Norma Legal Oficial del día 13 de noviembre del año 2017 (13/11/2017)


Si dese vizualizar el documento entero como pdf click aqui.

TEXTO DE LA PÁGINA 5

El Peruano / Lunes 13 de noviembre de 2017

NORMAS LEGALES

5

favorablemente respecto a la solicitud de declaratoria antes mencionada; Que, mediante Informe N° 000729-2017/DGPC/ VMPCIC/MC, la Dirección General de Patrimonio Cultural hizo suyo el Informe N° 000291-2017/DPI/DGPC/ VMPCIC/MC de fecha 27 de octubre de 2017, emitido por la Dirección de Patrimonio Inmaterial, a través del cual recomendó declarar como Patrimonio Cultural de la Nación a la Fiesta de la Santísima Cruz del Señor de Carnaval, del barrio de Huanuquillo, distrito y provincia de Tarma, departamento de Junín; Que, el origen del culto a la Cruz del Señor de Carnaval está en la campaña de sustitución de cultos por parte de la iglesia católica, que inicia en esta región con la fundación de la doctrina de indios en el antiguo Tarmatampu y continúa en el siglo XVII con la fundación de la Villa de Santa Ana de Pampas, posteriormente Villa de Santa Ana de Tarma, origen de la actual capital provincial de Tarma como ciudad de la élite española y posteriormente mestiza. A su vez, una parte de la población nativa radicó en las estancias al sur de Tarma, entre ellas la estancia de Huanuquillo, ubicada en un camino que comunica a Tarma con Jauja, siendo Tarma la capital de doctrina de la orden de los dominicos y sitio de tránsito de arrieros y comerciantes; Que, sobre los antiguos sitios sagrados que existían a la vera de los caminos fueron emplazadas una serie de cruces, una de las cuales fue ubicada sobre una antigua apacheta -montículo de piedras colocado como ofrenda a la pachamama- en la ladera del cerro Uchcumachay, en el sitio llamado por ello el pedregal, cercano a Huanuquillo. En una región donde dominaban cultos como la Santa Cruz de Tapo y el Señor de Muruhuay, esta cruz ya era considerada milagrosa a inicios del siglo XVIII, por ello, por donación de un devoto llamado Pedro Espinoza, le fue levantada una capilla. A la cruz que custodiaba originalmente esta ermita le fueron agregadas otras cruces de camino que existían en la zona. En conjunto, todas se volvieron objeto de veneración, siendo la principal la denominada Cruz del Señor de Carnaval, cruz de madera que tiene una imagen policromada de Cristo crucificado. Según la historia local, hacia 1890 una comparsa de negritos bailó por primera vez como parte de los rituales de veneración a la cruz, iniciándose de este modo la costumbre que actualmente define la identidad del barrio de Huanuquillo; Que, Huanuquillo era una de las estancias cuyos pobladores trabajaban como peones y operarios en las haciendas de la región, y pertenecía al cuartel Cayao, uno de los cuarteles o barrios que rodeaban la ciudad de Tarma. La colonización de Chanchamayo, a partir de la década de 1890, impulsó a algunos hacendados a vender sus terrenos, y los pobladores de la estancia de Huanuquillo vieron en ello la posibilidad de convertirse en productores autónomos. Se formó de esa manera la Junta Vecinal "Sociedad Unión Progreso Huanuquillo", con status legal logrado en la década de 1930. Acopiando fondos de actividades diversas, hacia 1945 esta sociedad logró adquirir los terrenos de la familia Santa María, en la parte sur del valle. Favorecida por su ubicación, la estancia pronto creció hasta convertirse en la pequeña aglomeración de casas con huertas y corrales, organizada en un plan urbano con calles principales y secundarias, plazas y plazoletas, escuela y centros de administración local. La ermita de la Cruz del Señor de Carnaval está ubicada en una ladera al sur del barrio; Que, la Fiesta de la Cruz del Señor de Carnaval es una significativa manifestación del barrio de Huanuquillo. Su organización está a cargo de un mayordomo y una serie de alféreces encargados de diversos aspectos de la fiesta. Su manifestación más destacada es la danza Negritos, cuerpo de baile compuesto por tres tipos de personajes, los negritos, los watres y los chutos; Que, los negritos son representados como personajes elegantes al modo español del siglo XVIII. Aunque en la historia local se presupone que se representa al poblador de origen africano bajo el régimen de esclavitud, también estaría haciéndose alusión a la situación de servidumbre de la población nativa en los tiempos posteriores a la conquista, en una región donde dominó el trabajo obligatorio en las haciendas. La vestimenta del negrito

está compuesta por pantalón, camisa y corbata. Sobre este conjunto lleva el cotón o sacón, casaca de faldones amplios, bordada con diseños de flora y fauna, y orlada de flecos. Lleva una máscara de badana negra con pelo facial, blanco o negro, y rasgos exagerados. Cubre la cabeza un pañuelo grande con bordados de motivos florales que lleva atado por debajo de la barbilla y que cae sobre los hombros. Sobre ello el negrito lleva un sombrero de paja, de ala ancha, cuya copa está coronada por un penacho de plumas de colores. Un conjunto de coloridas cintas cae del sombrero. Calza botas de caña alta atadas con cordones y correíllas, llamadas botas Cáceres en recuerdo de Andrés Avelino Cáceres y de la campaña de La Breña. Lleva tres accesorios, un paraguas que hace las veces de bastón, una campanilla que hace sonar al ritmo de la danza y un chicotillo corto de tres puntas; Que, los watres son una representación del personaje con poder, ya se trate del virrey o del hacendado, como delata un vestuario muy adornado y el uso del látigo como insignia de autoridad; su vestimenta es análoga a la de los negritos, pero con atributos distintos. Lucen una máscara similar a la de los negritos, aunque de pelo facial negro, lo que los describe como más jóvenes que los negritos. Llevan camisa blanca y corbata, el wara o pantalón es holgado y corto, hecho de pana o terciopelo y decorado con bordados muy intrincados, que se sujeta con un cinturón ancho de tela, bordado en su totalidad con símbolos religiosos o patrios. Bajo el pantalón llevan un fustán que llega hasta los tobillos, con un borde inferior de tejido de punto. El sacón de pana o terciopelo es decorado con bordados que representan temas diversos como personajes, lugares y eventos de la historia nacional, sobre partes de esta prenda, como los codos, los hombros y los puños, se cosen pañuelos pequeños que flamean con el movimiento del baile. La cabeza también se cubre con una pañoleta atada bajo la barbilla, sobre ella se lleva también un sombrero de paja con un penacho de plumas. Los zapatos son de vestir. Como accesorios, los watres llevan guantes, un látigo de cuero o zumba en la mano derecha y un paraguas en la izquierda; Que, los chutos son la representación del poblador indígena, figura popular en las danzas de la sierra central. Su vestimenta se compone de camisa blanca y pantalón negro, holgado y bordado en su mitad inferior con motivos de flora y fauna, con aberturas a la altura de los tobillos para facilitar el movimiento. Llevan chaleco de bayeta negra con decoración similar a la del pantalón y un pañolón anudado al cuello. Portan una o dos warakas tejidas que llevan sobre el pecho en bandolera. También llevan medias de lana de colores variados. El calzado se escoge al gusto del bailarín y suele ser sandalias, zapatillas o zapatos; lo mismo ocurre con el tocado, que puede ser desde sombrero hasta casco de minero. La máscara es blanca, incluyendo un tupido pelo facial. Colgado de la cintura los chutos llevan un muñeco con la misma vestimenta del bailarín, al que llaman "hijo del chuto" Un conjunto particular que aparece como cuerpo especial del pasacalle es el llamado chutos sapauma, "cabeza grande", por el gran tamaño de las cabezas de cuero que portan; Que, la caracterización de los bailarines va acorde al papel y los movimientos de cada conjunto. Mientras los negritos y los watres avanzan con una elegancia formal, siguiendo con precisión los pasos de la coreografía tradicional, los chutos tienen movimientos vivaces y no siguen necesariamente la coreografía, antes bien, suelen poner el elemento lúdico en la representación, bromeando con el público y haciendo labores diversas, siendo la más importante de ellas la de cargar las cruces durante la fiesta. El conjunto de bailarines es dirigido por el watre de parada, mientras que el watre punta indica las figuras coreográficas y los pasos a seguir; por otro lado, el watre banda dirige al conjunto musical. El resto de los watres suele colocarse a ambos lados del conjunto, poniendo orden en el desplazamiento del grupo con el sonido de sus látigos o zumbas; Que, esta fiesta es preparada con antelación, a lo largo de una serie de actividades que involucran a toda la población de Huanuquillo. El mayordomo llama a la población para participar en el raja leña (recojo de leña) el 15 de agosto del año anterior. El día de Navidad se

Deseo borrar mis datos personales que aparecen en esta página.