Norma Legal Oficial del día 03 de octubre del año 2016 (03/10/2016)


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TEXTO DE LA PÁGINA 8

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NORMAS LEGALES

Lunes 3 de octubre de 2016 /

El Peruano

cultural inmaterial del país, en sus distintos aspectos, promoviendo la participación activa de la comunidad, los grupos o individuos que crean, mantienen y transmiten dicho patrimonio y de asociarlos activamente en la gestión del mismo. Depende jerárquicamente de la Dirección General de Patrimonio Cultural; Que, con fecha 23 de diciembre de 2015 el señor Santiago Vicente Castro Gutiérrez solicita, al amparo de las normas vigentes, la declaratoria de la Obra musical de Aurelio Paulino Beltrán Chamorro como Patrimonio Cultural de la Nación; Que, mediante Informe N° 000531-2016/DGPC/ VMPCIC/MC, la Dirección General de Patrimonio Cultural eleva al Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales el Informe Nº 000247-2016/DPI/DGPC/ VMPCIC/MC de fecha 19 de setiembre de 2016, emitido por la Dirección de Patrimonio Inmaterial, a través del cual se recomienda declarar la Obra musical de Aurelio Paulino Beltrán Chamorro como Patrimonio Cultural de la Nación; Que, Aurelio Paulino Beltrán Chamorro nació el 2 de diciembre de 1894 en el pueblo de Masma, capital del distrito homónimo en la provincia de Jauja, departamento de Junín. Fue hijo de León Beltrán Soto y María Chamorro De la Cruz, así como nieto de Clemente Beltrán Saavedra. Su abuelo combatió bajo el mando de Andrés Avelino Cáceres durante la campaña de la Breña y en el conflicto armado entre este último y Miguel Iglesias, defendiendo con éxito al pueblo de Masma en la batalla que tuvo lugar en la quebrada hoy conocida como yawar jasha o quebrada de sangre. Su padre, León Beltrán, fue un destacado artesano de zapatos que vendía en la ciudad de Jauja, llegando a ser convocado para conformar como socio fundador la Sociedad Unión de Artesanos de Jauja en 1890. Así mismo, el señor León Beltrán fue un reconocido músico en Masma interpretando el clarinete requinto que perteneciera previamente a su padre Clemente; Que, Aurelio Beltrán fue el penúltimo de 6 hermanos. A la edad de 7 años quedó huérfano por el fallecimiento de su padre, heredando su clarinete requinto. Sin embargo, el primer instrumento que el joven Aurelio interpretaría durante su niñez serían un par de platillos, acompañando a bandas y orquestas típicas formadas por músicos de Masma y Jauja, quienes lo llevaban a sus presentaciones con el permiso de su madre. Esta actividad le permitió generar algunos ingresos para su hogar, pero también familiarizarse con relatos sobre la figura de su padre como clarinetista, lo que habría despertado su interés por aprender a tocar este otro instrumento; Que, a los 13 años y con el apoyo de sus familiares Aurelio Beltrán fue inscrito en la Sociedad Filarmónica, centro de formación musical creado por destacados músicos de Masma que reunió a jóvenes de pueblos aledaños tales como Parco y Acolla. En este espacio logró perfeccionar su ejecución del clarinete requinto y aprendió a leer y escribir música. A la par con el colegio, el joven Aurelio siguió acompañando bandas y orquestas típicas, lo que le permitió aprender un amplio repertorio de huaynos, mulizas y otros géneros del valle del Mantaro. Al cumplir 18 años su práctica musical toma un giro significativo cuando deja el clarinete requinto y opta por el clarinete soprano en si bemol como su instrumento principal. Asimismo, empieza a transcribir en formato para banda y orquesta las melodías de huaynos y mulizas interpretadas a nivel local, así como valses, marchas, pasacalles y pasodobles. Estas partituras habrían resultado de suma importancia para el aprendizaje musical de conjuntos locales, constituyendo hoy en día un valioso legado documental que forma parte del archivo documental de la familia Beltrán. Finalmente, es también en esta etapa cuando habría empezado su labor como compositor al escribir sus primeros huaynos y mulizas; Que, en 1919 a la edad de 25 años, Aurelio Beltrán conformó junto con un grupo de músicos jaujinos la Musa Jaujina, agrupación que se incorporó al circuito local de fiestas tradicionales entre Junín y Pasco empleando un formato instrumental de arpa, guitarra, tinya, dos quenas, dos violines y clarinete en su instrumentación. La calidad de su interpretación además de la originalidad de su repertorio, el cual incluyó composiciones de sus propios miembros, la convirtieron en una de los conjuntos más

reconocidos a nivel regional. Como tal, participa en el Concurso de Música y Bailes Nacionales de 1928, certamen artístico establecido un año antes como parte de la tradicional celebración de la Fiesta de San Juan en la Pampa de Amancaes. Según un relato de Jorge Basadre, la Musa Jaujina se habría presentado con el baile de los segadores junto a otras orquestas de Huánuco, Huancayo, Cerro de Pasco y Tarma; Que, el expediente presentado, así como el libro Valle de Ilusiones, vida artístico musical del compositor Aurelio Paulino Beltrán Chamorro (1894-1978) de William Ulises Beltrán Silva adjunto al mismo, señalan que al año siguiente Aurelio Beltrán habría vuelto a Lima para volver a participar en el Concurso de Música y Bailes Nacionales, esta vez con un elenco de danza interpretando la danza guerrera Huajra Pucara. En las mismas fuentes también se indica que habría obtenido el primer lugar en el certamen dentro de la región sierra, recibiendo un pergamino de reconocimiento y un premio en efectivo; Que, luego de esto, Aurelio Beltrán se habría trasladado a la ciudad de Huancayo, donde retoma su actividad como director musical al formar la Banda Musical de Masma con músicos de su pueblo de origen. El nuevo conjunto gana la preferencia del público, destacando por el uso de un uniforme distintivo, la sonoridad particular del clarinete y la personalidad de su director. Es así que realizan viajes a diferentes pueblos y provincias de Junín, Pasco e inclusive Huancavelica, lo que le permite a Aurelio Beltrán popularizar los temas de su autoría a nivel de toda la región central del país. A partir de este punto, su trayectoria musical estará marcada por la formación de nuevas orquestas y bandas, especialmente en conjunto con sus hijos; Que, en 1944 funda la Rondalla Masmina, orquesta típica que queda bajo la dirección de su hijo mayor, Emilio Beltrán Pecho, incorporando entre sus integrantes al gran maestro del arpa Narciso Blancas, y destacando en su momento por la incorporación de un saxofón alto en mi bemol. En 1951 crea el Centro Musical Masma, banda en la que se incorpora uno de sus hijos menores -Domingo Lorenzo Beltrán Orihuela- junto a otros jóvenes músicos de Masma, teniendo como objetivo la formación de nuevos valores. Ambas conjuntos obtendrían éxito a nivel local y regional, incorporándose a múltiples circuitos artísticos y representando a Masma en diferentes escenarios festivos y de competencia musical. Otra muestra del nivel de profesionalismo alcanzado por estas agrupaciones es el hecho de que ambas hayan grabado con diferentes sellos discográficos como Smith, Odeón, Chasqui y Sono Radio, registrando las composiciones de Aurelio Beltrán desde etapas tan tempranas como 1949 de acuerdo a los registros fonográficos que obran en el expediente técnico; Que, en los años 60 Aurelio Beltrán se involucra en la creación de otras dos bandas. Por un lado la Banda Sinfonía de Junín, creada formalmente el 22 de agosto de 1962 por iniciativa del clarinetista tarmeño Pablo Navarra, director de la orquesta típica Capricho Huanca que ese mismo año pierde ante la Banda Filarmónica de Huarochirí en un mano a mano llevado a cabo en el Coliseo El Porvenir de La Victoria. Ante la desigualdad en el número de músicos, el señor Navarra lanza el reto de repetir el encuentro, lo que es aceptado por los organizadores. De regreso en Huancayo se encuentra con el Centro Musical Masma durante una festividad, conociendo y congeniando con Aurelio Beltrán quien sería el encargado de elegir a los músicos para la nueva agrupación. Como Banda Sinfonía de Junín ganarían el nuevo encuentro de bandas, lo que les vale ser solicitados en varias fiestas de la región central y de Lima; Que, a finales del mismo año son invitados a grabar por la disquera Smith, oportunidad que es bien aprovechada por Aurelio Beltrán pues, según el material bibliográfico adjuntado al expediente, varios de los temas grabados fueron composiciones suyas como Valle del Mantaro, Triste me dejaste, Carreo de monte, Carnaval jaujino, Barrio José Olaya, Tras tu corralito y Cuando te conocí. Otros temas que habrían sido grabados fueron Bajo el monte, Chola te quiero, Los avelinos, Esas tus pestañas, Achalau alalau y Choclo verde. La Banda Sinfonía de

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