Norma Legal Oficial del día 05 de octubre del año 2016 (05/10/2016)


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TEXTO DE LA PÁGINA 14

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NORMAS LEGALES

Miércoles 5 de octubre de 2016 /

El Peruano

Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a la Obra artística de Joaquín López Antay
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL Nº 133-2016-VMPCIC-MC Lima, 4 de octubre de 2016 Vistos, la solicitud de fecha 30 de junio de 2016 presentada por el señor Edward Pavel López Cárdenas y la señora Patricia Adelaida Mendoza López y el Informe N° 000239-2016/DPI/DGPC/VMPCIC/MC de la Dirección de Patrimonio Inmaterial; y, CONSIDERANDO: Que, el numeral 2) del artículo 1 de la Ley Nº 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, establece que "Integran el Patrimonio Cultural de la Nación las creaciones de una comunidad cultural fundadas en las tradiciones, expresadas por individuos de manera unilateral o grupal, y que reconocidamente responden a las expectativas de la comunidad, como expresión de la identidad cultural y social, además de los valores transmitidos oralmente, tales como los idiomas, lenguas y dialectos originarios, el saber y conocimientos tradicionales, ya sean artísticos, gastronómicos, medicinales, tecnológicos, folclóricos o religiosos, los conocimientos colectivos de los pueblos y otras expresiones o manifestaciones culturales que en conjunto conforman nuestra diversidad cultural"; Que, el literal b) del artículo 7 de la Ley N° 29565, Ley de Creación del Ministerio de Cultura, establece que "es función exclusiva de esta entidad realizar acciones de declaración, investigación, protección, conservación, puesta en valor, promoción y difusión del Patrimonio Cultural de la Nación"; Que, el artículo 55 del Reglamento de Organización y Funciones del Ministerio de Cultura, aprobado mediante Decreto Supremo N° 005-2013-MC establece que la Dirección de Patrimonio Inmaterial es la unidad orgánica encargada de gestionar, identificar, documentar, registrar, inventariar, investigar, preservar, salvaguardar, promover, valorizar, transmitir y revalorizar el patrimonio cultural inmaterial del país, en sus distintos aspectos, promoviendo la participación activa de la comunidad, los grupos o individuos que crean, mantienen y transmiten dicho patrimonio y de asociarlos activamente en la gestión del mismo. Depende jerárquicamente de la Dirección General de Patrimonio Cultural; Que, con fecha 30 de junio de 2016 el señor Edward Pavel López Cárdenas y la señora Patricia Adelaida Mendoza López solicitan, al amparo de las normas vigentes, la declaratoria de la Obra artística de Joaquín López Antay como Patrimonio Cultural de la Nación; Que, mediante Informe N° 000511-2016/DGPC/ VMPCIC/MC, la Dirección General de Patrimonio Cultural eleva al Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales el Informe Nº 000239-2016/DPI/DGPC/ VMPCIC/MC de fecha 13 de setiembre de 2016, emitido por la Dirección de Patrimonio Inmaterial, a través del cual se recomienda declarar la Obra artística de Joaquín López Antay como Patrimonio Cultural de la Nación; Que, Joaquín López Antay nació el 23 de agosto de 1897 en la ciudad de Ayacucho. Fue hijo de Mariano López y Eduarda Antay, siendo el penúltimo de 6 hermanos. A los 12 años de edad inició sus estudios primarios en el colegio Santa Catalina y luego en La Merced, donde curso hasta el tercer grado de primaria; Que, Joaquín López Antay tenía 15 años cuando dejó la escuela y fue llamado al taller de su abuela Manuela Momediano para aprender el oficio de la imaginería del llamado cajón Sanmarcos, objeto mágico religioso muy importante para los ganaderos; además de baúles, cruces, santos y juguetes como máscaras y caballos de badana y muñecas pastawawa. Su público consumidor eran personas del campo como arrieros, campesinos y ganaderos, no solo de Ayacucho sino también de regiones aledañas como Huancavelica, Arequipa y Apurímac; Que, según Pablo Macera, aproximadamente desde 1910 su abuela Manuela Momediano habría logrado constituir un taller consolidando un formato, un estilo y

un círculo familiar muy cercano de colaboradores. Sin embargo, al independizarse éstos optaron por ciertas características muy singulares, gracias a la práctica intensa y a la competitividad del medio. Una primera hornada de estos discípulos fueron Isaac Baldeón, Benjamín Antay, Saturnina Baldeón y Asunta Baldeón. Una segunda promoción de imagineros fue constituida por Gregoria Jiménez, Daniel Castro y Joaquín López Antay. Poco más adelante, Gregoria Jiménez, a su vez, generó los talleres de Baldeón-Jiménez y el Taller NúñezJiménez. De todos ellos, solamente Joaquín López Antay alcanzó trascendencia nacional; Que, al cumplir los 25 años de edad don Joaquín López Antay decidió formar su propio taller, hacia 1922. En 1925 contrajo matrimonio con doña Jesusa Quispe, con quien tuvo cuatro hijos de los cuales dos sobrevivieron: Mardonio e Ignacio. El primero se dedicó a la panadería y el segundo a la ingeniería agropecuaria, aunque tardíamente incursionaron en el oficio del padre; Que, don Joaquín trabajó arduamente en la confección de los cajones Sanmarcos, también llamados demanda, misa, missamastay. Estos cajones son parte de la religiosidad popular campesina y constituyen pequeños altares portátiles con figuras de santos asociados a la prosperidad del ganado y a la protección de sus poseedores. Por ello, los Sanmarcos eran también portados por los arrieros que, en sus largas rutas con recuas de mulas, transportaban mercadería y hacían comercio entre las ciudades de los Andes y de la costa; Que, los formatos heredados del cajón Sanmarcos del taller Momediano se caracterizan por sus mayores dimensiones y las imágenes en amarillo ámbar, debido al influjo de la piedra de Huamanga, por el énfasis de la combinación de rojo y el azul, así como los arcos pintados en el fondo o de tipo arquitectónico en el exterior. Inicialmente, don Joaquín se movió entre estos rasgos estilísticos, pero como heredero del fuerte carácter de la abuela, tuvo la personalidad suficiente para aquilatar su propio estilo; Que, entre 1926 y 1950, la entrada de las carreteras y medios de comunicación propicia la migración del campo a la ciudad, así como la desaparición del arrieraje. En consecuencia, la demanda rural del Sanmarcos disminuye, pasando de la confección de 150 cajones anuales a 15. Por ello, don Joaquín empezó a brindarle más dedicación a la producción de cruces y baúles, incorporando paulatinamente las máscaras de badana y las muñecas pastawawa, objetos principalmente dirigidos al universo urbano. A su vez, esta nueva conectividad propicia que la generación de artistas e intelectuales que integró el llamado movimiento indigenista recorra el país y contribuya a la valoración del arte popular tradicional por la metrópoli, siendo don Joaquín uno de los artistas que recibió reconocimiento por parte de este grupo; Que, el movimiento de pintores indigenistas liderado por José Sabogal se conformaba por Alicia Bustamante, Enrique Camino Brent, Julia Codesido, Camilo Blas y Teresa Carvallo, entre otros. Fue justamente Alicia Bustamante quien sugirió a don Joaquín el transformar el cajón Sanmarcos para convertirlo en retablo de costumbres, pero conservando el estilo formal y el contenido costumbrista eminentemente ayacuchano circunscrito al mundo cultural de don Joaquín. Cambio que este artista resolvió con maestría y por el cual se le reconocen también sus destacadas aptitudes creativas. Una vez conocido en Lima, se le acercó también el prestigioso literato y antropólogo José María Arguedas con quien entabló una profunda amistad, de la cual los escritos de Arguedas son testimonio; Que, en la década de 1960 la obra de Joaquín López Antay empieza a ser muy valorada. Sus piezas son exhibidas en numerosas exposiciones en Ayacucho y en Lima, gracias también al fomento de las artes populares por el gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry y a la aparición de galerías de arte popular en la capital. Así, un nuevo público nacional empieza a crecer, pero también se genera un interés en el ámbito internacional, gracias al turismo proveniente de Europa y Norteamérica. Como bien sostiene Pablo Macera, en esta época el estilo de don Joaquín adquirió madurez, especialmente por su capacidad de síntesis compositiva pues trataba

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