Norma Legal Oficial del día 04 de noviembre del año 2016 (04/11/2016)


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NORMAS LEGALES

Viernes 4 de noviembre de 2016 /

El Peruano

también de otras tradiciones serranas norteñas ligadas a Cajamarca y de grupos jíbaro hablantes de la Amazonía. A la llegada de los Incas hacia 1470, esta zona habría sido parte del señorío Penachí, relacionado con grupos de filiación yunga, en ese momento bajo la hegemonía del reino de Chimor. Los Penachí, al igual que sus vecinos por el norte, los Guayacundos de filiación jíbara, resistieron la conquista Inca por lo que fueron desplazados y grupos de pobladores de otras regiones fueron trasladados hacia esta zona como mitimaes o mitmakunas, donde puede estar el origen de la vecina comunidad de Cañaris y en el del topónimo de la actual Incahuasi o casa del Inca, probablemente relacionado con el sistema vial inca o Qhapaq Ñan; Que, durante el régimen colonial, Incahuasi habría sido convertida primero en encomienda, como parte del cacicazgo de Penachí, y posteriormente su población dividida en las reducciones indígenas de Penachí y Cañaris. Durante los siglos XVII y XVIII los territorios desocupados con la política toledana de concentración de la población en reducciones, fueron cedidos por la Corona Real a particulares, dando inicio al régimen de las haciendas como forma dominante de posesión de la tierra y control de la mano de obra indígena. Asimismo, los hacendados se valieron de múltiples argucias legales para usurpar el territorio indígena y someter a su población al trabajo servil bajo la figura del yanaconaje. En este marco es en el que se crea la actual Comunidad Campesina San Pablo de Incahuasi, en torno a la figura hispana del pueblo y de la iglesia, fundados por iniciativa de sus propios habitantes y como una forma de defender su territorio y su forma de vida de las apetencias de los hacendados vecinos; Que, desde el inicio de su edificación en el año de 1747, la iglesia de San Pablo jugó un papel fundamental en la conformación y legitimación de la comunidad, a través del establecimiento de un complejo sistema de cofradías o mayordomías religiosas que vincula estrechamente el templo con los ayllu de la comunidad y con su territorio. Este sistema funcionó plenamente hasta la segunda mitad del siglo XX cuando la creación de la estructura provincial en 1951, la obtención del reconocimiento de la Comunidad Indígena en 1963 y el fin definitivo del régimen de las haciendas con la Reforma Agraria de Velasco Alvarado en 1969, transformaron la fisionomía de la comunidad. A partir de este momento, primero la Comunidad Indígena y posteriormente la comunidad campesina, asumen el papel de legitimadoras de la comunidad y de su territorio, mientras que el pueblo pasa a tener categoría de capital con la creación del distrito de Incahuasi y la provincia de Ferreñafe. A pesar de estas profundas transformaciones, la iglesia y las actividades que le dan vida, entre ellas la del techado, continúan siendo un espacio de reactualización de la historia y la identidad de los comuneros de Incahuasi y de la íntima relación que tiene con su territorio a través de culto a los antepasados de los ayllu, que está en la base del sistema de mayordomías; Que, antes de la formación de la actual comunidad campesina, la comunidad y la faena del techado se organizaba por mitades según los ayllus de procedencia. Hasta la actualidad a cada una de estas mitades se les denomina de `primera' y de `segunda', a las que les correspondía techar cada una de las caídas del techo a dos aguas de la iglesia. La labor era dirigida por las autoridades del pueblo y por las mayordomías, también divididas en mitades. Desde la formación definitiva de la comunidad campesina en la década de los 90 del siglo XX y de la transformación definitiva de la figura del pueblo con la estructura provincial, la organización y realización de la labor del techado recae en la comunidad campesina, actualmente organizada en 14 sectores, dirigidos cada uno por una Junta de Administración Local (JAL). Aunque ya no está formalmente dividida en mitades, todavía se advierte esta división de la que han derivado los actuales caseríos y permanece la participación de las autoridades del pueblo en cabeza de su alcalde y de las mayordomías. Durante el techado realizado el pasado agosto de 2015, fueron protagonistas de esta labor los más de 700 faeneros de los sectores o caseríos de: Pueblo, Huasicaj, Machaycaj, Sinchigual, La Playa, Tungula, Huarhuar, La

Tranca, Totora, Tasajera, Tolojpampa, Kutiquero, Tingo y Totorita; Que, para llevar a cabo la labor de renovación del techo de la iglesia, que implica un proceso de preparación de varios meses, primero se convoca una asamblea comunal en la que se acuerdan las fechas de la faena y se compromete la participación de los faeneros. La faena suele desarrollarse durante la época seca, entre mayo y octubre, y se realiza cuando se ha deteriorado la estructura del techo y éste necesita ser reemplazado. Tras la asamblea en la que se acuerda el techado de la iglesia, el Presidente de la Comunidad, su junta directiva y los presidentes de las JAL de los 14 caseríos, coordinan el acopio de materiales y la distribución de las labores. Por su parte, los miembros de la iglesia y los mayordomos, se encargan del mantenimiento general del templo, del traslado o protección de las imágenes y el reemplazo de las columnas exteriores de madera de aliso. Mientras que la Municipalidad distrital realiza aportes en víveres que son distribuidos a los distintos sectores; Que, para la renovación del techo se utilizan diversos materiales propios de la zona, principalmente paja de uqsha, varas de suru, fibras de llaqa y madera de aliso. La uqsha proveniente de las partes más altas o jalca, es el material principal de cobertura y cada faenero debe aportar una o dos cargas de manojos de paja de uqsha. El suru es un carrizo muy resistente con el que se realiza el entramado o malla, conocida como chaqlla y que sirve para sostener y asegurar la paja de uqsha. La llaqa o cabuya, es una fibra con la que se fabrican sogas de gran resistencia que sirven para la confección de la chaqlla, y para la sujeción o tejido de la uqsha. Para fijar la cumbrera y otras vigas del techo tradicionalmente se utilizan sogas de cuero de vaca. Para las caídas se utiliza la penca de la llaqa aunque actualmente se utiliza también eucalipto, mientras que las columnas exteriores son de madera de aliso; Que, una vez acopiado el material, la faena se prolonga durante dos días cuando sólo se reemplaza la paja y hasta por una semana en el caso de ser necesario cambiar otras partes de la estructura del techo. Durante la faena comunal, cada uno de los 14 sectores o caseríos se ubican en un espacio tradicionalmente determinado del techo de la iglesia denominado parada, el que se encargarán de renovar bajo la dirección de su respectivo presidente de JAL. El primer día se dedica al destechado o remoción de la paja por parte de los hombres quienes suben al techo y utilizando machetes y palas desprenden los manojos de paja que dejan caer al suelo. Mientras que, en el suelo, los niños y las mujeres la reciben seleccionando aquella que puede ser reutilizada. Si es necesario, se sustituye o repara la malla de carrizo o chaqlla, las caídas y las vigas que sostienen la estructura de la chaqlla. Este primer día de faena culmina con el consumo del fyamri en el que se comparten alimentos y bebidas tradicionales; Que, el segundo día tiene lugar el techado propiamente dicho que comienza cuando los hombres suben al techo y reemplazan, si es necesario, la estructura tras lo cual empiezan a colocar los manojos de paja, lanzados desde el suelo por otros faeneros, empezando desde el alero y hasta llegar a la cumbrera. En la primera fila, los manojos se amarran alternativamente uno hacía arriba y otro hacia abajo en un procedimiento conocido como ipakuy, que también se replica en la masmas o remates laterales de la estructura y que garantiza la impermeabilidad del techo. Los manojos de paja son fijados a la chaqlla utilizando sogas de llaqa conocidas como qishqi y cañas de suru, con el que se sarunan o `pisan' cada fila. Los manojos se fijan con la ayuda de un palo a manera de aguja, llamado toqlo, en el que se enhebra el qishqi y que es manejado por el toqlero quien desde el interior de la iglesia pasa el toqlo, `cosiendo' los manojos de paja a la chaqlla. Cuando se llega a la mitad del techo o aypi waku, es costumbre que los hombres que techan son agasajados con chicha y tragu o aguardiente de caña; Que, cuando se concluye la puesta de la paja de uqsha, los toqleros se encargan de hacer el panco, un remate con barro de la cumbrera y de cada una de las masmas que busca evitar la filtración del agua y asegurar la paja. Las masmas son techadas por el masmero y su compañero conocido como madrina, hombres

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