Norma Legal Oficial del día 23 de marzo del año 2017 (23/03/2017)


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TEXTO DE LA PÁGINA 11

El Peruano / Jueves 23 de marzo de 2017

NORMAS LEGALES

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antinatural y terrorífica, como un híbrido de humano y animal, en referencia no solo a los pecados y pasiones que inspira sino a su lugar en el espacio cósmico cristiano, como mensajero o señor del Infierno, lugar del castigo eterno. Esta representación ha tenido la función de hacer corpóreo el concepto genérico del mal, para poder en cambio conjurarlo simbólicamente. De tal modo, aparecía en los autos sacramentales que acompañaban las celebraciones religiosas, forma de comunicación apta para un público iletrado; Que, el cristianismo concebía además a otras religiones y mitologías, en particular las que le habían precedido, como engaños del demonio, impulsando una campaña de resignificación de los antiguos cultos y de sus deidades como representación del mal. Esta operación se reprodujo en el continente americano, demonizando de este modo a toda deidad o personaje de las tradiciones indígenas, y a sus antiguos espacios sagrados como sitios peligrosos donde moran los "gentiles", intentando distanciar a la población nativa de sus ancestros directos. Se aplicaron de este modo los conceptos cristianos del bien y el mal como entidades opuestas, en poblaciones cuya cosmovisión originaria no solo no concebía tales cualidades como entes personificados, sino que entendían que el carácter benigno o maligno de muchos de los habitantes del mundo espiritual nativo dependía de que se estableciera con ellos una relación respetuosa, y tenían intereses y pasiones similares a las de los seres humanos; Que, la Danza de diablos como representación coreográfica de las huestes demoníacas en las fiestas de Santos o de Vírgenes, se instauró inicialmente como el triunfo de la fe cristiana sobre el paganismo; el culto cristiano instauraba simbólicamente su lugar dominante frente a los remanentes del universo espiritual nativo. En cambio, el carácter ominoso del diablo judeocristiano fue sustituido, siguiendo la concepción indígena, por el de un personaje más bien ambiguo antes que puramente maligno, representado muchas veces con un carácter alegre y transgresor, derivado del carácter original de los seres del mundo natural en la cosmovisión andina; Que, la Danza de diablos de Ichocán, Paucamarca, San Marcos y Shirac, es de carácter claramente festivo y se distingue por ser uno de los elementos principales de la festividad en honor a San Isidro Labrador, cuya celebración coincide con el tiempo de las faenas agrícolas de cosecha del maíz y del trigo, cultivos de gran importancia en la región. El estrecho vínculo entre la festividad y la agricultura se expresa, sobre todo, en el uso de productos agrícolas y potajes locales para realizar la elaborada y creativa decoración de las andas de la imagen, y de espacios como la capilla y las calles de la ciudad. Estos detalles dan cuenta de la ritualidad asociada a la alimentación, a la vez que revela la faceta de propiciador de la productividad agrícola y pecuaria de San Isidro Labrador; Que, sobre el origen de la danza, el expediente presenta tres explicaciones basadas en tradición oral en las que diablos, San Isidro y productividad son parte de un todo indesligable. En la primera versión, registrada en Ichocán, se describe a San Isidro como un agricultor que dedicaba gran parte de su tiempo a la oración y que se reveló como santo por los prodigios realizados durante la faena agrícola en las tierras de su patrón. En esta versión, los diablos son seres sobrenaturales enviados por Satanás a tentar a Isidro con mujeres y riqueza, y la danza tendría su origen en la piedad mostrada por San Isidro al interceder ante Dios para poner fin al dolor al que quedaron sujetos los diablos tras su derrota. El relato señala que, agradecidos con el santo por acabar con su sufrimiento, los diablos le suplican les permita danzar en su honor antes de marcharse, dándose inicio así a la Danza de diablos; Que, en la segunda versión, recogida en Paucamarca, San Isidro es descrito como un poblador que logra una cosecha prodigiosa en sus tierras pese a dedicar gran parte del día a la oración. En esta versión los diablos son campesinos que, a solicitud de San Isidro, se disfrazan de demonios para disuadir a otros agricultores de tomar los frutos de campos ajenos. La danza se originaría en el contexto de las celebraciones por el éxito de las faenas de

cosecha, cuando San Isidro agasajaba a sus trabajadores por haber defendido sus cultivos. El relato cuenta que, llenos de alegría los hombres se colocaron sus disfraces de diablos y danzaron alrededor del santo, quien era cargado en hombros por un grupo de pobladores, iniciándose así la Danza de diablos; Que, en la tercera versión, recogida en San Marcos, se señala que la Danza de diablos derivaría de una antigua representación de la trilla ejecutada por los pobladores en honor a San Isidro Labrador. De ella se destacan dos elementos que estarían conectados con la Danza de diablos actual: los pasos que imitaban los saltos dados por los trilladores para separar la paja del trigo, y la piel de carnero portada a manera de máscara por los trilladores y que tenía como función proteger sus ojos de las espigas del trigo. Se ubica el origen de la danza en la picardía de un grupo de pobladores que, aprovechando las licencias del tiempo festivo, introdujeron en la danza el personaje del diablo. Este sería una representación satanizada de los patrones españoles que abusaban y cometían injusticias contra los campesinos, hecho que explicaría que el tocado o máscara de diablo presente facciones de español (ojos azules, piel rosada y bigote) y sea adornada con cuernos de carnero; Que, en la actualidad, la máscara de diablo se presenta como uno de los elementos más representativos de esta danza, siendo fabricada con la técnica tradicional de la escayola, técnica antigua que es transmitida de generación en generación y que es conservada por algunas familias; Que, en lo que concierne al traje que distingue a los diablos, si bien se registran variaciones de una localidad a otra, son comunes a todas ellas los siguientes elementos: manto (que se porta sobre el cabello y debajo de la máscara), camisa y/o blusa, corbata, un faldellín con flecos (o falda), pantalón hasta la rodilla y zapatos de vestir (o zapatillas). Flores y estrellas (bordadas o estampadas) caracterizan la vestimenta, lo que resulta significativo en una danza interpretada en el contexto de una festividad de corte agrícola y es coherente con la decoración hecha con flores y vegetales sobre los instrumentos y espacios de culto. Complementan la vestimenta de los diablos, dos accesorios que se llevan en la mano, un pañuelo para bailar y el rebenque que en época de trilla se utilizaba para ahuyentar a los malos espíritus y propiciar la llegada de los buenos vientos; Que, la Danza de diablos es uno de los elementos más significativos de las celebraciones a San Isidro Labrador en los distritos de Ichocán, Gregorio Pita, José Manuel Quiroz y Pedro Gálvez de la provincia de San Marcos. En todos ellos, la festividad se inicia un viernes, prolongándose por dos o tres días. Si bien los diablos están presentes a lo largo de toda la festividad, el sábado suelen hacer su aparición principal para danzar en honor al Santo Patrón y agradecer por los frutos de la cosecha; Que, el sábado, la danza ejecutada sigue un patrón similar en las cuatro localidades. Se inicia en la capilla o iglesia ­espacio que alberga al santo durante toda la celebración- con un baile en honor al santo. El sonido de los bombos es el llamado a los diablos a reunirse en el lugar pactado. Conforme van llegando se unen al grupo que, al compás del bombo, se desplaza en círculos siguiendo una marcha lenta que se transforma en trotes acelerados en cada repique. Luego de ello se inicia el baile en parejas, que en este momento de la celebración corresponde con una marinera que finaliza con una fuga en la que se ejecutan pasos complejos y acrobáticos que culminan con saltos y gritos. Posteriormente, los diablos marchan hacia la plaza, lugar donde tienen lugar las vueltas (cabe anotar que en Ichocán y Paucamarca estas incluyen el desplazamiento en comitiva desde la casa del mayordomo de turno hasta la plaza). Cada vuelta consiste en el recorrido danzando alrededor de la plaza realizando paradas en cada una de las esquinas para interpretar tres bailes, cada uno de los cuales está compuesto a su vez por dos marineras saltarinas y una cashua o huayno interpretadas por bandas locales. La excepción es Paucamarca donde el baile incluye únicamente cashuas interpretadas por

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